La capacitación se estructuró en tres ejes fundamentales que integraron teoría avanzada y talleres de aplicación práctica:
Trauma en Infancia y Adolescencia: Análisis del impacto del trauma en el neurodesarrollo, funciones cognitivas y emocionales. Se revisaron modelos de intervención como la TCC enfocada en trauma, EMDR y técnicas de estabilización y regulación emocional para casos de alta criticidad.
Sistemas Familiares y Comunidad: Abordaje de la transgeneracionalidad del trauma y normalización de patrones de riesgo. Se entregaron herramientas para el diagnóstico familiar sistémico y estrategias para activar a la comunidad como agente de protección y resiliencia.
Intervención Colaborativa y PIU: Implementación del Plan de Intervención Unificado (PIU). Se desarrollaron metodologías para diagnósticos participativos, gestión de redes intersectoriales, resolución de conflictos y acuerdos de corresponsabilidad técnica.
Esta instancia formativa permitió a los asistentes profundizar en la comprensión del dolor psíquico no verbalizado y fortalecer la construcción de alianzas terapéuticas en el territorio.